Recomendaciones para un sistema educativo pro-dislexia II





Niños/as de edades comprendidas entre los 6 y los 9 años

Este período abarca los primeros años de la enseñanza primaria, (aproximadamente hasta 4º). Es un período crucial de los niños con este problema.



En estos primeros cursos se presta especial atención a la adquisición de las denominadas técnicas instrumentales (lectura, escritura, cálculo) que deben ser manejadas con cierto dominio y agilidad al final, como instrumentos de base de futuros aprendizajes


En estos niveles de edad es cuando, con más frecuencia, se detecta el problema y se solicita la ayuda del especialista. Siempre que o bien padres o profesores o alguien del entorno o el psicólogo escolar encauce adecuadamente el problema y no lo atribuyan a inmadurez, pereza, falta de voluntad, deficiencia mental o cualquier otra atribución alternativa para "explicar" el problema.

Recomendaciones en primaria:


Utilizar de la mejor forma posible las pizarras blancas y/o negras:

Utilizar la pizarra como recordarorio. Siempre que sea posible no se le debe hacer copiar grandes “parrafadas” de la pizarra. (Se puede facilitar con una fotocopia).
ca se debe tener a un/a alumno/a. durante el recreo en el aula, para terminar de escribir algo de la pizarra

 Se puede dividir la pizarra en diferentes secciones~ usando tizas de color, al principio de cada idea para facilitar, encontrar el lugar preciso.

Dar a entender al alumno que se conoce el problema y que se hará todo lo posible para ayudarle. (Él se siente inseguro y preocupado por las reacciones del profesor).

Establecer criterios para su trabajo en términos concretos que él pueda entender, sabiendo que realizar un trabajo sin errores puede quedar fuera de sus posibilidades. Evaluar sus progresos en comparación con él mismo, con su nivel inicial, no con el nivel de los demás en sus áreas deficitarias. Ayudarle en los trabajos en las áreas que necesita mejorar.

Darle atención individualizada siempre que sea posible. Hacerle saber que puede preguntar sobre lo que no comprenda.

Asegurarse de que entiende las tareas, ya que a menudo no las comprenderá

Dividir las lecciones en partes y comprobar, paso a paso, que las comprende. ¡Un disléxico no es tonto! puede comprender muy bien las instrucciones verbales.

La información nueva debe repetirse más de una vez, debido a su problema de distracción, memoria a corto plazo y a veces escasa capacidad de atención.

Puede requerir más práctica que un estudiante normal para dominar una nueva técnica.

Necesitará ayuda para relacionar los conceptos nuevos con los aprendidos con anterioridad.


Darle tiempo: para organizar sus pensamientos, para terminar su trabajo. Si no hay apremios de tiempo estará menos nervioso y en mejores condiciones para mostrar sus conocimientos. En especial para copiar de la pizarra y tomar apuntes.

Alguien puede ayudarle leyéndole el material de estudio y en especial los exámenes. Muchos chavales/as con dislexia compensan los primeros años por el esfuerzo de unos padres pacientes y comprensivos en leerles y repasarles las lecciones oralmente.Si lee para obtener información o para practicar, tiene que hacerlo en libros que estén al nivel de su aptitud lectora en cada momento.Algunos niños pueden leer un pasaje correctamente en voz alta, y aún así no comprender el significado del texto.

Evitar la corrección sistemática de todos los errores en su escritura. Hacerle notar aquellos sobre los que se está trabajando en cada momento.
Si es posible hacerle exámenes orales, evitando las dificultades que le suponen su mala lectura, escritura y capacidad organizativa.

Tener en cuenta que le llevará más tiempo hacer las tareas para casa que a los demás alumnos de la clase.
Se cansa más que los demás. Procurarle un trabajo más ligero y más breve. No aumentar su frustración y rechazo.

Es fundamental hacer observaciones positivas sobre su trabajo, sin dejar de señalarle aquello en lo que necesita mejorar y está más a su alcance.Hay que elogiarlos y alentarlos siempre que sea posible.

Es fundamental ser consciente de la necesidad que tiene de que se desarrolle su autoestima.

Hay que darles oportunidad de que hagan aportaciones a la clase.

Evitar compararle con otros alumnos en términos negativos. No hacer jamás chistes sobre sus dificultades.

No hacerle leer en voz alta en público contra su voluntad. Es una buena medida encontrar algo en lo que el niño sea especialmente bueno y desarrollar su autoestima mediante el estímulo y el éxito.
El sentimiento de obtener éxito lleva al éxito. El fracaso conduce al fracaso (profecía que se auto-cumple)

Permitir el aprendizaje de la manera que le sea posible, con los instrumentos alternativos a la lectura y escritura que estén a nuestro alcance: calculadoras, magnetófonos, tablas de datos, programas informáticos, ordenadores...

Hacerle sentar en las primeras filas, cerca del profesor, para prestarle la mejor ayuda.

Prestarle una atención especial y animarle a preguntar cuando tenga alguna duda.

Se debe comprobar que el material que se le ofrece para leer es apropiado para su nivel lector.

Se deben valorar los trabajos por su contenido, no por los errores de escritura.

Siempre que sea posible se deben realizar las valoraciones oralmente.

Tratar de destacar los aspectos positivos en su trabajo.

Evitar que tenga que leer en público. (Si lo debe hacer, facilítale el material en día anterior, para que lo pueda preparar.)

Valorar los progresos de acuerdo con su esfuerzo, no con el nivel del resto de la clase.

Se le deben poner menos deberes de lectura y escritura.

En una prueba escrita no se le deben de corregir todos los errores de escritura.

No se le debe hacer repetir un trabajo escrito por haberlo hecho mal.

Aceptar que se distraiga más que los demás, ya que la lectura le supone un sobreesfuerzo.

Tomar en consideración, que escuchar y escribir simultáneamente, puede resultar muy difícil.

Asegurarse que lleva la tarea escolar adecuada para casa, garantizando que este apuntada en su agenda. (Bien desde la labor de tutoría o a partir de tercero de primaria, pudiendo intercambiar la agenda con el compañero

Contacto, información y donde se pueda , colaboración permanente con la familia.

Establecer objetivos trimestrales desde el nivel del alumno afectado

Revisar las prácticas cada mes para evaluar, si están siendo las más adecuadas en la consecución del objetivo marcado.
Mantener instrucciones, cortas, especificas y claras.

Reconocer la dificultad y sugerir formas de cómo evadirla.

Entrega fotocopias o, poner puntos de colores de forma clara y en tamaño grande ~al comienzo de cada renglón.

Reduce la cantidad y permite apuntes, ilustraciones tablas y diagramas.

Facilita claves sobre cómo recordar y reorganizarse de la forma más eficaz.

Utilizar de forma simultánea los sentidos visuales/auditivos y táctiles; ayudan a entender, aprender y recordar.

¡Gánate su atención antes de comenzar a hablar!

Ve más despacio y prepárate para repetir lo mismo de nuevo.

Facilitar primero la imagen global; después la lección y mas tarde el resumen.

Recomendar y animar a utilizar estrategias que se adapten de la mejor forma posible al estilo y a las capacidades del estudiante.

Elogia todos los esfuerzos, capacidades, talentos y/o habilidades, de forma precisa y al corregir los trabajos/tareas, ¡sé positivo!.

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